Capilla de Las Ánimas Santiago de Compostela:

La capilla de las Ánimas de Santiago de Compostela es muy sencilla en comparación con otras grandes obras arquitectónicas que abundan en la ciudad de Santiago.
Diseñada por Miguel Ferro Caaveiro, se terminó de construir tras la supervisión del Maestro Ventura Rodríguez.


En concreto, las obras comenzaron en el año 1784, y tan sólo 4 años después , (año de 1788), se celebró la consagración del templo.
La capilla está dedicada a las ánimas del purgatorio… cuyos devotos fueron quienes se encargaron de costear por medio de donaciones y limosnas las obras.

Su fachada es de estilo Neoclásico en la que podemos destacar el bajo relieve existente en el centro de su frontón, con la representación de las ánimas en el Purgatorio.

Planta rectangular con una sola nave. El presbiterio, (espacio que precede al altar Mayor), tiene una capilla de mayor tamaño que las tres capillas laterales, pero más estrecha que la nave.

La iconografía existente en esta iglesia está asociada a la advocación del Santo Cristo de la Misericordia, a la religiosidad de la cofradía y al ceremonial específico del Vía Crucis.

Hay que destacar que independientemente de su sencillez, hay nada más y nada menos que 9 retablos, que representan la Pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Están incompletos.. ya que la obra completa debía contar con un total de 13 retablos.. de los cuales los 4 últimos , nunca llegaron a realizarse.
Los 9 existentes fueron realizados a principios del siglo XIX y por obra del maestro Manuel de Prado, que empleó en su construcción estuco de yeso, sobre ladrillos , lo cual además de curioso es único en Santiago de Compostela.




La Iglesia de las Ánimas tiene culto diario y es visitable con os siguientes horarios.


Junio a Septiembre:
De Lunes a Sábados: 12:30-14:00 y 17:00-18:30
Domingos y festivos: 8:00-12:45.

Hay Misa todos los días con estos horarios:
8:00 h
9:00 h
10:00 h
11:00 h
12:00 h

Todos los días durante el mes de Noviembre hay Rosario a las 19:30 H y Misa a las 20:00 H

Monasterio de San Martín Pinario


El Monasterio benedictino de San Martín Pinario en Santiago de Compostela comenzó a construirse en el último tramo del Siglo XVI, para concluirse a finales del XVIII.

Se ubica en la Plaza de la Inmaculada, muy cerca de la fachada conocida como de la Azabachería de la Catedral de Santiago.

A mediados del siglo XIX dejó de cumplir funciones de monasterio para pasar a ser en la actualidad la sede del Seminario Mayor de la Archidiócesis de Santiago, el Instituto Teológico Compostelano , la Escuela Universitaria de Trabajo Social, que depende de la Universidad Compostelana y el Archivo Diocesano.

Además de todo esto, también parte de sus instalaciones funcionan como residencia universitaria, así como diferentes dependencias eclesiásticas.

El Monasterio de San martín Pinario junto con la Catedral Compostelana están considerados los conjuntos arquitectónicos más valiosos del barroco gallego y clasificados en segundo lugar a nivel nacional (tras el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial).
San Martín Pinario fue fundado por un pequeño grupo de de monjes benedictinos, que se establecieron en el lugar de pignario tras el descubrimiento de los restos de Santiago Apóstol.
La construcción original era un antiguo oratorio dedicado a Santa María la Corticela, que fue derribado en esas fechas de finales del Siglo IX, con excepción de la capilla, que en la actualidad se encuetra integrada en el interior de la Catedral y funciona como parroquia de peregrinos


La época de mayor esplendor del monasterio benedictino podemos situarla en la última década del siglo XV al pasar a depender directamente de la congregación de Valladolid.
En el año de 1499, los Reyes Católicos fundan el Hospital Real, ( hoy Parador Nacional " Hostal de los Reyes Católicos " ).
Desde esos momentos, los monjes adquieren capacidad económica suficiente para realizar la obra del nuevo Monasterio.




CONSTRUCCION DE LA IGLESIA

Las condiciones históricas del momento, hacen difícil la realización de la obra, pues poco después del nombramiento de Juan de San Clemente como arzobispo de la diócesis compostelana ( año de 1587 ), y coincidiendo con el desastre de la Armada Invencible, así como las incursiones de piratas (entre ellos el conocido Sir Francis Drake ) , motivaron al arzobispado a tomar las máximas precauciones con la intención de evitar saqueos y profanaciones.
Las reliquias del Apóstol se ocultaron, la ciudad de Santiago de Compostela fue amurallada, etc...
Por tanto, hasta tres años después , ( 1590 ), no se proyecta la Iglesia de San Martín Pinario, que sería ya el origen del futuro Monasterio.
El diseño corre a cargo de Mateo López, el más afamado arquitecto de la época.
Por tanto , la Iglesia es el origen del Monasterio, y desde ese punto, las obras deben dirigirse en dirección a la Catedral (de Norte a Sur).


Mateo López fallece en 1606, y Benito González de Araújo continua con las obras hasta 1620 sin realizar ninguna modificación destacable sobre el diseño anterior de su predecesor.
La iglesia se construye con planta de cruz latina inscrita en un rectángulo, y con una cabecera rectangular,
Dos espacios también rectangulares a los lados que podrían ser destinados originalemente a sacristías.
También participa en la construcción Bartolomé Fernández Lechuga, que se encarga de la cúpula y de la distribución del interior dándole una gran majestuosidad.
En el Siglo XVIII se realizan la nueva sacristía, el nuevo coro y se amplía la capilla dedicada a Nuestra Señora del Socorro, Estas obras se atribuyen respectivamente a : Fray Gabriel de Casas, Fray Tomás Alonso y Fernando de Casas y Novoa.
Posteriormente, y hasta que la o bra queda totalmente finalizada y rematada , diferentes maestros aportan su granito de arena en : Peña y Toro, los ya mencionados Fray Tomás Alonso y Fray Gabriel de Casas, que realizaron además diferentes aportaciones a la fachada del monasterio, a los claustros, o el campanario y dependencias monacales, y el también mencionado anteriormente Casas y Novoa o García de Quiñones.

EL MONASTERIO

Podemos catalogarlo como un Monasterio que destaca sin embargo por su sencillez y frialdad de líneas, donde sólo destaca de forma muy notoria su fachada.
Esta fachada se divide en tres partes con un eje central flanqueado por dos grandes lienzos de cuatro pisos. La torre de cinco cuerpos contribuye a romper su monotonía. La portada barroca ubicada en el centro, con un vano de entrada adintelado, está custodiada por dos parejas de enormes columnas toscanas. 


Encima se encuentra la estatua de San Benito y el balón volado.
En la parte superior destaca la estructura añadida por Fernando de Casas en 1738, con el escudo de España entre vieiras y la figura de San Martín de Tours compartiendo su capa con un pobre.
San Martín Pinario cuenta con dos claustros.
El claustro de las Oficinas ( o claustro grande ),
Fue iniciado por Bartolomé Fernández Lechuga en 1626 y concluido por Fernando Casas y Novoa en 1743. Presenta dos plantas unidas por columnas emparejadas y su concepción se separa del que presenta el claustro grande. 
Tiene forma rectangular, y cuenta con seis tramos en los lados mayores y cuatro en los menores, que están separados por columnas emparejadas, que unen los dos pisos.

El claustro de las Oficinas ( o claustro grande ),
Fue iniciado por Bartolomé Fernández Lechuga en 1626 y concluido por Fernando Casas y Novoa en 1743.
Presenta dos plantas unidas por columnas emparejadas y su concepción se separa del que presenta el claustro grande.
Tiene forma rectangular, y cuenta con seis tramos en los lados mayores y cuatro en los menores, que están separados por columnas emparejadas, que unen los dos pisos.

El Claustro de la Portería o de las Procesiones, ( principal) .
Presenta dos plantas unidas por columnas emparejadas de orden toscana gigante que arrancan de una elevada base, a modo de plinto, ligeramente hundida.
La primera planta está organizada por seis arcos de medio punto y, en el superior, hay balcones de vano adintelados, con parejas de columnas dóricas de gran tamaño en los espacios intermedios. Este claustro se cierra con la torre-campanario construida al noroeste. El centro está ocupado por una gran fuente, que fue trasladado de un patio vecino. Inicialmente atribuida a Casas y Novoa, parece ser que la fuente fue construida por fray Gabriel de Casas. 

Guia de consejos y recomendaciones para peregrinos Camino de Santiago


Detallamos a continuación un pequeño resumen de recomendaciones, consejos y planificación para la Realización del Camino de Santiago.




Preparando el Camino - Planificación del recorrido:
Distribuir entre los días que dedicaremos a caminar el número de kilómetros que nuestra forma física nos permitirá realizar de una forma cómoda y considerando los lugares que nos apetece visitar.
A pie y a un ritmo normal, una persona puede recorrer 4 kilómetros cada hora (por término medio).
Muchos viajeros recorren diferentes tramos de las distintas rutas del Camino en distintos momentos (vacaciones, fines de semana, etc.).

Hospedaje:
Puedes elegir entre albergues, refugios, hostales, casas rurales, hoteles, e incluso, viviendas particulares.
El Bono Iacobus, promovido por Turgalicia, permite disfrutar del Camino de Santiago alojándote en casas de turismo rural. (Incluye el servicio de transporte en coche hasta el principio de cada etapa ).
En la comunidad gallega puedes encontrar albergues cada 10 o 15 kilómetros.
En los albergues sólo se permite pernoctar una noche; no se admiten reservas, ( excepto en los privados ) .
En los albergues tienen preferencia los peregrinos que lleguen primero y a pie (frente a los ciclistas).
El precio de los albergues es variable... (entre 3€ - 15 € aproximadamente)
Para pernoctar en albergues es necesario un saco de dormir.

Entrenamiento:
Para acostumbrar a nuestro cuerpo a caminar cada día es recomendable prepararnos, al menos, dos meses antes de comenzar El Camino de Santiago

Campo-montaña:
Podemos aumentar nuestra resistencia incrementando progresivamente el tiempo que caminamos. 
Es recomendable entrenar con la mochila cargada, en terrenos con diferentes grados de subida y ba- jada y con el calzado que usaremos en El Camino.

Gimnasio:
Con una forma física normal podemos comenzar a caminar en cinta durante 30 minutos e ir aumentando, a lo largo de los días, la potencia de la máquina.

Equipamiento - Calzado:
Elige un calzado cómodo, transpirable, ligero y flexible.
Las botas deberán sujetar tu tobillo y talón, son más flexibles con cámara de aire y que sean impermeables (o aplicar grasa).
Es recomendable llevar también zapatillas deportivas.
En el calzado nuevo debe quedar espacio en la parte de atrás, entre el talón y la bota
Unas sandalias de trekking pueden ser útiles en días calurosos (y las puedes usar en la ducha).
Antes de comenzar El Camino es recomendable que el calzado esté “domado”, al menos con 50 kilómetros de marcha previa.

Equipamiento - Calcetines :
El calcetín es aconsejable que no tenga  costuras y sea de algodón. 
También existen materiales sintéticos que evitan el sudor y secan antes.
Se recomienda ponerse dos pares de calcetines, primero el más fino y encima el más grueso para evitar rozaduras.
Tus pies descansarán con unas alpargatas de suela de esparto o unas chanclas.

Ropa:
Elige ropa cómoda y ligera y pruébala en los entrenamientos previos.
Lleva  prendas que te abriguen, como el forro polar, y frescas como pantalones “piratas”, o de los que se les quitan las “perneras”.
Recuerda llevar un traje de baño y una pañoleta o gorra para proteger la cabeza y cuello del sol
Un chubasquero plástico amplio que te cubra el cuerpo y la mochila y se pueda doblar en una pequeña bolsa te resultará útil.

Mochila:
Cuando hagas la mochila recuerda que todo lo que incluyas pesará después.
Hay muchos viajeros que para reducir peso acaban enviando por correo a casa parte de sus enseres.
Es recomendable que la mochila tenga la espaldera acolchada, armazón y sujeción en los riñones.
Coloca lo más pesado al fondo y pegado a la espalda.
La mochila no debería sobrepasar el 10% del peso de tu cuerpo, (prueba a caminar con ella antes como entrenamiento).
Distribuye la ropa de cada día en bolsas de plástico individuales para protegerla de la lluvia (si la mochila no es impermeable).
Si llueve, utiliza pantalones o calentadores impermeables.

Utensilios útiles:
  • Navaja multiusos
  • Pequeña linterna
  • Tapones para los oídos
  • Imperdibles o pinzas para colgar la ropa en la mochila y se seque
  • Pequeña cuerda para secar la ropa
  • Cantimplora ligera
  • Detergente y jabón
  • Tarjeta Sanitaria.


Durante el recorrido -  Alimentación:
Es recomendable realizar 4 ó 5 ingestiones diarias de alimentos.
El desayuno debe ser completo, con zumo, fruta, leche, yogures y cereales. 
La cena también y durante el día las ingestiones ligeras y energéticas.
Es recomendable beber agua de forma continuada, siempre antes de tener sed y bebidas isotónicas con sales de sodio y potasio.
Mientras caminas es recomendable consumir productos que aporten energía como los las barritas de chocolate con cereales, dulces o pastillas de glucosa.
Los frutos secos, como nueces, pasas o higos, son ricos en potasio y evitan los calambres.
Es recomendable consumir abundante fruta, galletas, chocolate o caramelos que proporcionan azúcares, proteínas y aporte ener- gético.
No consumir agua de arroyos y ríos, ni manantiales y fuentes en las que no esté expresamente permitido.

Durante el recorrido - cuidados:
Ampollas
Puedes evitarlas con aceite de  romero o vaselina. 
Es recomendable untar generosamente una capa antes de iniciar la etapa, sobre todo entre los dedos de los pies y las zonas más sensibles.
Una vez formadas, recurrir a los parches especiales que las secan.
Las ampollas también se curan pinchándola con una aguja e hilo esterilizado.
Tendinitis
Para evitar inflamaciones y sobrecargas musculares puedes realizar masajes y estiramientos antes y después de las etapas, utilizar pomadas y, en su caso, pastillas antinflamatorias.
Las vendas elásticas, bien colocadas, y las pomadas con calmantes, alivian el dolor.
Torceduras o esguinces
Aplicar paños fríos y vendas elásticas si son ligeras.
Mareos
Puede provocarlos la falta de azúcar en la sangre, el calor y la deshidratación
Para evitar mareos se aconseja tomar fruta, azúcar y alimentos ricos en hidratos de rápida absorción: pan, pasta, frutos secos, etc.
Botiquín
Aceite de romero (herbolario) o vaselina (farmacia), agua oxigenada, gasa o esparadrapo de seda, apósitos, productos con yodo, parches para ampolla (farmacia) o aguja e hilo para secarlas, analgésicos, aspirina, antidiarreico, crema antiinflamatoria, crema de protección solar.

Durante el recorrido Higiene y descanso:
Si utiliza sandalias en las duchas con mucha afluencia de personas  evitarás coger hongos
Para el aseo, resultan útiles las toallitas húmedas
Hay champú que se emplea en seco para lavar el pelo
Se recomienda llevar papel higiénico y una pequeña toalla
Para aliviar el dolor de pies puedes sumergirlos en agua tibia con sal y luego ponerlos en alto
Una pequeña almohada que hayas probado antes de iniciar el Camino te puede ayudar a descansar

Durante el recorrido En el camino:
Busca y sigue las flechas amarillas que marcan la ruta hacia Santiago de Compostela.
Es recomendable descansar, al menos, 10 minutos cada hora.
Te relajará colocar los pies el alto sin calzado ni calcetines.
En carretera es preciso circular por la izquierda y utilizar prendas o elementos reflectantes.
Aprovecha las pendientes descendentes para descansar los hombros apretando un poco más la mochila a la cintura.
El bordón o vara de madera que supere en 20 centímetros tu altura te puede ayudar a caminar, especialmente, en las subidas y bajadas. Es un elemento disuasorio para perros.
Tener en cuenta la hora de salida y puesta de sol.
Para evitar el calor, puedes salir antes del amanecer.
Para protegerte del sol, usar gorra o sombrero de paja de ala ancha, gafas de sol y pañuelos que protejan el cuello.
Organiza el transporte de regreso.


Llegando a Santiago La credencial y la Compostela
La credencial es el documento que te permite conseguir la Compostela ( acreditación del peregrino )
Esta cartilla se puede conseguir en las asociaciones de amigos del Camino y en los principales puntos de partida de la ruta.
La credencial acredita la condición de peregrino y permite acceder a los albergues.
A lo largo del Camino los sellos y firmas que se estampan en la credencial certifican el paso de cada etapa.
Cuando llegues a Santiago de Compostela, podrás obtener la Compostela en la oficina del peregrino.
La entrega el Cabildo de la Catedral de Santiago a las personas que han realizado el Camino por motivos religiosos
La Compostela se entrega a las personas que han recorrido, al menos, los 100 últimos kilómetros a pie o los 200 últimos kilómetros en bicicleta o caballo.



Llegando a Santiago Sabías qué…
El Hostal de los Reyes Católicos en Santiago de Compostela (antiguo hospital de peregrinos) ofrece gratis a los diez primeros peregrinos que acrediten su Compostela:
Desayuno, a las 9.00 horas, comida, a las 12:00 del mediodía, o la cena, a las 19:00.
Por motivos de seguridad, no está permitida la entrada con mochilas a la Catedral de Santiago de Compostela
La concha de vieira atada a la mochila es un identificativo milenario del peregrino.
En otro tiempo era la prueba de que se había peregrinado.
La calabaza que cuelga del bordón servía para llevar agua.

Puedes dejar tu equipaje en las consignas habilitadas en la Casa do Deán ( Rúa do Vilar nº 1 , muy cerca de la Catedral) , y en la estación de autobuses de Santiago.

Más información en:

Web de Turgalicia: www.turgalicia.es  (contacta en : cir.turgalicia@xunta.es )
Federación Española de Amigos del Camino: www.caminosantiago.org

Catedral de Santiago: www.catedraldesantiago.es 

Preparacion y consejos para realizar el Camino de Santiago

La realización del Camino de Santiago nos va a suponer un cierto esfuerzo en todos los aspectos.

Por este motivo queremos facilitar desde aquí acceso a  unos interesantes consejos publicados en la web de Xacobeo.es 
(gracias a Consejo General de Colegiosde Fisioterapeutas de España (CGCFE), a la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF) y a los Colegios
Oficiales/Profesionales de Fisioterapeutas de Andalucía, Castilla y León, Murcia y País Vasco y Junta de Gobierno del Colexio Oficial de Fisioterapeutas de Galicia.



FISIOTERAPIA EN EL CAMINO
La peregrinación a Santiago de Compostela constituye todo un reto físico y metal que debemos preparar a conciencia.

Preparación previa:
Realizar una preparación física previa, con gimnasia diaria para tonificar el cuerpo y dar  elasticidad a los músculos de las piernas, espalda y cuello.
Elaborar un plan de etapas, de 25/30 kilómetros al día a pie y de 60/100 kilómetros en bicicleta de montaña.
Tener siempre en cuenta las distancias entre refugios y las posibilidades físicas de cada uno.
Contemplar las previsiones climatológicas, para adaptar la vestimenta al calor o al frío y también la humedad.
Atención porque la humedad puede afectar a dolencias crónicas de tipo músculo esquelético.
Acudir al fisioterapeuta para poder descargar la musculatura e iniciar el Camino en las mejores condiciones físicas posibles.

Entrenamientos previos:
Peregrinación a pie:
Si no estamos muy acostumbrados a caminar largas distancias, comenzar con paseos cortos, que se irán alargando progresivamente; si es posible, realizar salidas al monte, para habituarnos a las subidas y bajadas, hasta que lleguemos a dominar la distancia
que planificamos para cada etapa.
Realizar las últimas salidas con la mochila cargada, para irnos haciendo a su peso. También nos servirá para darnos cuenta si el peso que llevamos es excesivo.
Adaptar la mochila al contorno de la espalda, evitando demasiada holgura o compresión.    
El peso debe ir cerca del eje del cuerpo y su centro de gravedad.
Los que no hayan tenido posibilidad de entrenarse antes de empezar, deberán iniciar el Camino de forma muy suave y, poco a poco, aumentar las distancias, en la seguridad de que el propio cuerpo nos avisará si estamos actuando correctamente.

Peregrinación en bicicleta
Para las personas que no tienen mucha costumbre, y en función de la distancia a recorrer
cada día, con dos meses de preparación previa será suficiente.
Deberemos empezar poco a poco, al principio rodando, para más adelante alternar las partes llanas con subidas; de esta forma nos iremos acostumbrando a conocer el desarrollo de plato y piñones más adecuado para cada perfil.
Entrenar los últimos días con las alforjas cargadas, lo que nos permitirá acostumbrarnos y comprobar si el peso y el volumen del equipaje son adecuados: es conveniente reducirlos al máximo, llevando por tanto lo realmente imprescindible.
Llevar un botellín con agua o recuperadores de sales minerales, para combatir la fatiga y aportes energéticos como glúcidos de rápida absorción.

Indumentaria
Adecuada a la estación del año, teniendo en cuenta que muchos tramos discurren a alturas de unos mil metros sobre el nivel del mar.
Usar gorras o sombreros para evitar la exposición solar directa en la cabeza, en  prevención de insolación, golpe de calor, hipertermia…
Llevar un bordón (palo o vara que emplea el peregrino tradicionalmente).
Ayuda además de a sujetarse y tantear terreno, a realizar un intercambio energético con la tierra, lo que ayuda a evitar las tendinitis.
El secreto no es llevar muchas capas de ropa, sino que sean aislantes, para permitir que
una fina capa de aire caliente mantenga la temperatura entre ropa y piel y no haya pérdidas caloríficas y por tanto frío.

Calzado
Botas de treking o montaña que se adapten bien al pie, de tejido ligero e impermeable, que permitan la transpiración, protejan los tobillos de posibles lesiones y faciliten caminar entre piedras y barro.
Utilizar calcetines adecuados para caminar, de algodón y sin costuras. En verano, también pueden utilizarse zapatillas de deporte para caminar, con una suela adecuada
para terrenos pedregosos.
Es más aconsejable utilizar botas de verano.
Llevar también unas zapatillas, sandalias o chancletas para descansar el pie en los momentos de descanso y para “airear” el pie en el caso de ampollas o heridas que deban cerrar pronto.
Botas ya domadas. Nunca estrenarlas en el camino, pues evitaremos rozaduras previsibles.

Mochila
Ha de ser cómoda, adaptable y ligera, tipo anatómico, con correas en la cintura o en las caderas y el pecho y con bolsillos laterales y superiores.
No cargar excesivamente la mochila (no más de 10 kilos).
Evitar las rozaduras de las correas.

Técnicas para caminar
Antes de empezar, realizar algunos estiramientos, especialmente de los gemelos: colocándonos con las manos contra la pared, apoyamos paulatinamente toda la planta de los pies hasta notar una cierta tensión detrás de las rodillas a medida que el cuerpo se va acercando al suelo.
También es interesante estirar cuádriceps (cara anterior del muslo) e isquiotibiales (parte posterior del muslo).
Comenzar la marcha con paso suave y rítmico, nunca con prisas, hasta que el cuerpo se caliente. Después, la marcha debe ser regular y continua.
Descansar cada una o dos horas al menos diez minutos, o más si fuera necesario.
Mantener siempre un paso que nos resulte cómodo, que nos permita sin ningún tipo de
esfuerzo poder mantener una conversación. Caminar tiene que llegar a ser tan natural como respirar, que lo hagamos sin darnos cuenta.
En terreno llano, vayamos con nuestro paso normal, ni demasiado largo ni demasiado corto; en las subidas, puesto que no tenemos prisa, con paso más corto y lento, aflojándonos el cinturón de la mochila para poder respirar mejor y apoyando
el pie con la totalidad de la planta en el suelo, para evitar sobrecargar determinadas zonas.
En las bajadas y siempre que el piso nos lo permita, con paso largo y rápido, clavando bien los talones y apretando un poco más la mochila a la cintura, para que nos descansen los hombros.
Terminaremos dando sobre un millón de pasos, pero no tenemos que descuidar ninguno y ver dónde ponemos el pie; un solo paso mal dado nos puede obligar a retirarnos; por tanto, especialmente cuando vayamos por terrenos accidentados con desniveles o recovecos, de piedra suelta o guijarros, deberemos estar atentos al pisar.
Si vamos en compañía de alguien que tenga el paso más rápido, no debemos tratar de seguirlo, pues en sólo unas horas nos puede dejar agotados muscularmente.
Ayudarse tanto en las subidas como en las bajadas con el bordón, que, además, hace menos monótono el andar.

Hidratación
Una buena hidratación es absolutamente necesaria antes, durante y después de la caminata. (tres vasos de agua 1 ó 2 horas antes de iniciar la etapa y dos vasos 15 minutos antes de comenzar; beber una cantidad similar a un vaso de agua cada 40 minutos, aproximadamente, durante la etapa. En total, 2 litros de agua/día.)
Beber incluso antes de tener sensación de sed.
Beber puede ayudar a prevenir problemas musculares, como los calambres.
El mayor recorrido sin beber agua no debería superar los 15 kilómetros.
No consumir agua de arroyos, manantiales o fuentes de dudosa o incierta potabilidad.

En las paradas/descansos
En verano, buscar un lugar fresco a la sombra.
Aflojar el calzado y poner los pies en alto.
Puede aprovecharse para beber y comer algo (frutos secos, chocolate, fruta, barras energéticas… pero en poca cantidad, suficiente para reponer fuerzas).
Las paradas no han de ser muy prolongadas (máximo 5-10 minutos).
En bicicleta, las pausas se realizaran fuera de cualquier carretera o arcén.
Las paradas en la bicicleta serán poco frecuentes y de corta duración.
Si la etapa del día está dividida en dos sesiones, realizaremos una gran parada para comer y recuperar fuerzas.

El cuidado de los pies
Prestar gran importancia a la higiene: al terminar la etapa del día, caso de no poder ducharnos, lavarlos cuidadosamente; si no disponemos de agua, frotarlos con una crema que alivie la fatiga y los refresque.
Para evitar las ampollas, todos los días antes de comenzar a andar, les aplicaremos un poco de vaselina, especialmente en y entre los dedos, planta y talón.
Utilizar calcetines de algodón sin costuras si llevamos zapatillas de deporte; si llevamos botas, además de los de algodón, otro par de lana, también bien limpios.
Es bueno refrescar los pies en una fuente o riachuelo por corto espacio de tiempo, teniendo la precaución de secarlos muy bien; la mejor forma es que se sequen al aire.
En caso de ampollas: pinchar la ampolla con una aguja hipodérmica (atravesar la piel por uno o dos puntos) y conseguir que drene bien hasta que se vacíe; nunca cortar la piel, que va a servir de protección a la zona lesionada; colocar encima de la ampolla, ya sin líquido, un trocito del apósito de gelatina, que va a aliviar el escozor y a servir de almohadillado; poner una tirita, cuidando de que se acople bien y recortándola si es preciso.
Cuando se termine la jornada, debe levantarse esta cura y, después lavar y secar minuciosamente los pies, repetir la operación descrita, volviendo a pinchar la
ampolla si se hubiera vuelto a formar.
Al día siguiente, antes de comenzar la marcha, se procederá a hacer una nueva cura.

Cómo curar el pie de atleta:
El "pie de atleta" es una micosis (hongos) que aparece entre los dedos de los pies y se caracteriza por la aparición de grietas, dolorosas o no. Para tratarlas: después de lavar
y secar minuciosamente los pies, aplicar entre los dedos un antimicótico en atomizador o spray y dejar secar al aire; poner nuevamente los calcetines, siempre de algodón; no se aconseja la utilización de pomadas, porque mantendrían una humedad entre los dedos de la que se aprovechan los hongos para crecer.
Esta misma operación se realizará antes de iniciar la marcha y al terminar la jornada.

Combatir la fatiga
Hay que descansar cuando no estamos excesivamente cansados para tener una buena recuperación; si llegamos al agotamiento, la recuperación será mucho más lenta y problemática.
Descansar puede implicar dormir las horas suficientes de sueño o bien conseguir relajar nuestro cuerpo y nuestra mente por periodos cortos de veinte minutos.
Si nos encontramos muy cansados, deberíamos incluso descansar un día completo por
semana.
Para evitar el cansancio muscular, beber mucho líquido, incluso alguna bebida energética,
que reponga las sales minerales perdidas.
Cuando una persona sufre "agotamiento por calor", se la colocará en lugar fresco, dándole de beber líquido abundante (en un litro de agua, disolver media cucharada de bicarbonato y una de sal).

LESIONES MÁS FRECUENTES
Ante cualquier lesión lo más aconsejable es acudir al fisioterapeuta más cercano. No obstante, en este apartado ofrecemos una serie de consejos sobre las lesiones más frecuentes entre los peregrinos:

Tendinitis o “tirón” muscular (pequeñas roturas de fibras)
Caminando una media de 30 kms./día y cargando una mochila, es normal que aparezcan tendinitis o tirones musculares.
Aplicar frío local para evitar la inflamación y disminuir el dolor. En caso de aplicar hielo, no hacerlo directamente sobre la piel sino introduciendo un papel o tela para evitar quemaduras.
Si hay dolor intenso, tomar un analgésico del tipo Paracetamol y untar la zona con pomada antiinflamatoria varias veces al día.
En caso inflamación en la zona, tomar además un antiinflamatorio, siempre con el estómago lleno.
Para la tendinitis buscaremos la ayuda de un fisioterapeuta próximo.
En el caso de un tirón con pequeña roturas, habría que aplicar un vendaje comprensivo y consultar a un médico y al fisioterapeuta para buscar la funcionalidad en el resto del camino.

Tendón de Aquiles
La tendinitis más frecuente en los peregrinos es la del tendón de Aquiles.
Esta lesión se caracteriza por la aparición de un dolor en la parte posterior del talón, que
suele aparecer por las mañanas, al dar los primeros pasos, desaparece total o parcialmente con la marcha y vuelve con mayor intensidad durante y después de la actividad física, haciéndose cada vez más intenso. El dolor también se va haciendo cada vez más duradero, incluso permanente, hasta impedir la actividad física.
En el Camino, las principales causas son: la diferencia de altura del tacón (sobre todo en
mujeres acostumbradas a usar zapatos de tacón, ya que el cambio a un calzado de
suela lisa obliga a una elongación a la que el tendón no está habituado); el uso de calzado con talonera excesivamente blanda; la marcha por terrenos cuesta arriba provoca igualmente un estiramiento excesivo del tendón forzando los límites de su elasticidad;
y, por último, la presión directa del calzado sobre el tendón, provocado por botas de caña alta excesivamente apretadas a nivel del tobillo.
Se puede prevenir fundamentalmente con la elección correcta del calzado. Debemos usar botas de suela dura, sin amortiguación blanda del talón, y fijándonos en que lleven un rebaje de la caña en la parte posterior. Casi todas las buenas botas en la actualidad, llevan rebajada la caña en la parte posterior del tobillo, precisamente para evitar la tendinitis del tendón de Aquiles. También, sobre todo las mujeres acostumbradas a usar zapatos de
tacón, deberían realizar ejercicios de estiramientodel tendón de Aquiles en intensidad progresiva, unas semanas antes de comenzar a caminar con las botas que vayan a usar en el Camino.
Si a pesar de todo se produce la lesión, antiinflamatorios y hielo local y visita al fisioterapeuta.

Esguinces (lesión producida en una articulación por elongación o rotura de sus ligamentos)
El esguince más frecuente suele ocurrir a nivel del tobillo y se produce cuando el tobillo se nos tuerce (generalmente con el pie hacia dentro) por un mal apoyo del pie en el suelo.
Cuando esto ocurre sentimos un fuerte dolor en la parte externa del tobillo.
Los esguinces de tobillo suelen producirse cuando transitamos por terreno irregular, sobre
todo en bajada.
Si vamos muy cargados, el sobrepeso va a influir negativamente sobre el ligamento, llegando incluso a provocar su rotura, lo que agravaría enormemente la lesión.
Podemos evitar los esguinces de tobillo si utilizamos botas que nos sujeten el tobillo suficientemente y, por supuesto, cargando el menor peso posible.
Una vez producido el esguince, si no hay rotura del ligamento, la aplicación de hielo sobre la parte dolorida y un día o dos de reposo suelen ser suficientes.
También puede ayudar el tomar algún antiinflamatorio.
Un esguince tipo II (con rotura parcial o total del ligamento) nos echa del Camino y nos manda a casa sin remedio.

Artritis traumáticas, sobre todo de miembros inferiores
Los microtraumatismos que se producen sobre la articulación producen, al final, un cuadro doloroso limitado a la articulación, que puede obligar a interrumpir la actividad.
Lo más frecuente es que se produzcan en las rodillas tras descensos prolongados.
Contribuyen a la aparición de estas lesiones las etapas excesivamente largas, los descensos prolongados (¡Triacastela!) y cargar una mochila excesivamente pesada.
Podemos tratar de evitar la aparición de la artritis traumática programando etapas no excesivamente largas y limitando al máximo el peso que carguemos en la mochila.
Una vez producida la lesión, tratarla con antiinflamatorios y frío local.
Este tipo de lesiones, si las cuidamos un poco, no deben representar un gran problema,
aunque sí nos harán algo más penosa la marcha.







CONSEJOS PRÁCTICOS PARA PERSONAS CON ALGÚN TIPO DE DISCAPACIDAD
Un peregrino con discapacidad física debe previamente estar en un tono físico conveniente, que le permita mantener un ritmo adecuado diario en el discurrir de kilómetros y kilómetros que deberá transitar.
Es recomendable que lleve repuestos para la silla de ruedas, tacos para las muletas, guantes, y algún tipo de crema o producto tópico para aminorar las ampollas.
El peso de la mochila será acorde al nivel que puede soportar, teniendo en cuenta los tramos hacia arriba que deben superarse.
Contar con algún tipo de coche de apoyo y realizar el camino acompañado de alguien que
en los tramos más complicados nos sirva de apoyo y sostén.
Las personas con discapacidad psíquica deberían peregrinar acompañados de personas que conozcan su discapacidad concreta para ayudarles de la manera más específica posible si llegara el caso.
Las personas con discapacidad auditiva tienen que extremar la precaución a la hora de cruzar carreteras, lo cual debe hacerse en numerosas ocasiones a lo largo de todas las rutas compostelanas.
Respecto a las personas con discapacidad visual aconsejamos que caminen acompañados
siempre, debido a los cruces, desvíos, irregularidades del terreno y cualquier otro aspecto que sea relevante y que una discapacidad visual hiciera más complicado.

Edita: Colexio Oficial de Fisioterapeutas de Galicia
Diseño y Coordinación: Grupo Filtro www.grupofiltro.com
Ilustración: Luis Sendón
Traducción: Traduci2
Impresión: Offset Valladares
Depósito Legal: C 2043-2010


El Colexio Oficial de Fisioterapeutas de Galicia pone a disposición
del peregrino este manual de recomendaciones
para afrontar el Camino de manera saludable, ofreciéndoles
una serie de consejos sobre cómo planificar y prepararse
físicamente para encarar las etapas, cómo elegir el tipo de
mochila más idóneo, cómo llenarla y transportarla, qué tipo
de calzado y ropa se debe utilizar, las mejores técnicas para
caminar, la importancia de la hidratación, el cuidado de los
pies, cómo combatir la fatiga, qué hacer en caso sufrir algún
tipo de lesión, con un capítulo dedicado a las personas con
algún tipo de discapacidad... y que se complementa con una
guía de Centros de Fisioterapia próximos al Camino.

Nuestro agradecimiento al Consejo General de Colegios de
Fisioterapeutas de España (CGCFE), a la Asociación
Española de Fisioterapeutas (AEF) y a los Colegios
Oficiales/Profesionales de Fisioterapeutas de Andalucía,
Castilla y León, Murcia y País Vasco por su colaboración.
Junta de Gobierno del Colexio Oficial de

Fisioterapeutas de Galicia

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Iglesia de San Francisco y Museo de Tierra Santa


Durante gran parte del año 2018 y posiblemente también de algunos meses del año 2019, la tradicional misa del peregrino de la Catedral de Santiago se traslada a San Francisco por causa de las obras de restauración del interior de la Catedral



HISTORIA DE LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO DE SANTIAGO DE COMPOSTELA
Según cuenta la tradición, el propio San Francisco de Asís fue el fundador de este convento en Santiago de Compostela a raíz de su peregrinación a estas nuestras tierras allá por el año 1214.

Independientemente de la diversidad de leyendas y tradiciones existentes en torno a la fundación del convento franciscano en Compostela, hay hechos históricos que permiten afirmar que Francisco de Asís estuvo realmente en Santiago y en concreto en ese lugar denominado "Val de Deus", muy próximo a la 

Cuenta por tanto la tradición que San Francisco de Asís, en peregrinación a Santiago de Compostela en el año de 1214, fue acogido por una familia humilde en su casa del Monte Pedroso en los alrededores de la ciudad. 


El cabeza de familia era un carbonero de nombre Cotolai , ( o Cotolay ).
San Francisco le encomendaría la construcción de un monasterio , pero cuando este humilde carbonero le contestó que no disponía de recursos económicos para tal empresa, le mostró el lugar en el que se encontraba oculto un tesoro, concretamente al lado de la pequeña Ermita de San Paio do Monte, tesoro que le permitiría llevar a cabo la obra sin problema de ningún tipo.

Los terrenos de Val de Deus eran propiedad de los monjes benedictinos de San Martiño Pinario , que lo cedieron a cambio de una cesta anual de pescado.


(Esta curiosa tradición se mantuvo hasta finales del S. XVIII).

El convento primitivo se vino abajo a comienzos del siglo XVIII y no quedan de él más que cinco arcos apuntados que se conservan en el claustro principal y el sepulcro de Cotolai. Estos arcos estaban en la Sala Capitular, en la que Carlos V celebró cortes en 1520. La reconstrucción, que conllevaba cambiar la orientación de su iglesia, se inició en el año de 1742, y fue bastante problemática, ya que los vecinos (encabezados por los propios monjes de San Francisco) se quejaban de la magnitud de la obra, que les quitaba luz y ventilación y que, además, ocuparía tierras pertenecientes a los de San Martín.

Finalmente el problema fue solucionado rebajando altura de la nueva iglesia.

En la propia puerta del Convento hay una lápida en la que textualmente se puede leer lo siguiente:

“Viniendo nuestro padre San Francisco a visitar al Apóstol Santiago, hospedole un pobre carbonero llamado Cotolay, cuya casa estaba junto a la Ermita de San Paio en la falda del monte Pedroso.

De allí salía el Santo al monte a pasar las noches en oración.

Allí le reveló Dios que era de su voluntad la edificación de un convento en el sitio donde está, llamado Val de Dios y Val del Infierno, y sabiendo el Santo era del monasterio de San Martín, pidióselo al padre Abad por amor de Dios y ofreció ser su forero y pagar en cada año un cestito de peces. Aceptó el padre abad y de ello se hizo foro firmando el Santo, del cual dan fe los ancianos de San Martín han visto y leído. Habido el sitio dijo el Santo a Cotolay: “Dios quiere que me edifiques un convento de mi orden”. Respondió Cotolay que cómo podía un pobre carbonero – “Vete a aquella fuente”- dijo el Santo- que allí te dará Dios con qué -. Obedeció Cotolay y halló un gran tesoro con el que edificó este monasterio. Bendijo Dios a la casa de Cotolay; casó notablemente. Fue regidor de esta ciudad y edificó los muros de ella que ahora van junto a San Francisco y antes iban por la Azabachería. Su mujer está enterrada en la Quintana y Cotolay, fundador de esta casa, en este lucilo que para sí escogió. Falleció santamente el año del Señor de 1238”.

De ello dan fe el sarcófago y la inscripción alusiva:



En el lugar en el que en la actualidad se encuentra el monumento a San Francisco, (un enorme cruceiro construido por el escultor Francisco Asorey, nativo de la villa de Cambados), se pueden ver los restos del campanario original de la Iglesia, que se mantuvo hasta finales del Siglo XVIII, pues a mediados de este mismo Siglo, comenzó a construirse la Iglesia actual de estilo Barroco.

En el claustro de principios del S. XVII y atribuido al maestro Ginés Martínez se ubica actualmente el Museo de Terra Santa.


MUSEO TIERRA SANTA

El museo de Tierra Santa es único en el mundo ya que expone más de 700 piezas que abarcan desde la época del Paleolítico hasta nuestros días.

Todas las piezas proceden de Jerusalén y su aérea de influencia.
La exposición del museo se divide en varios apartados separados por su antiguadad o época.
El museo expone principalmente obras de las tres religiones monoteístas que conviven en Tierra Santa: cristiana, musulmana y judía.



Cuenta también con una exposición pedagógica sobre la Sábana Santa de Turín y el Monetarium, con monedas desde la época helenísitca.
Todo tipo de obras de orfebrería, adornos de tipo étnico, tallas, recreaciones / maquetas de templos y edificios históricos, y hasta objetos bélicos o una réplica de la Etrella de Belén conforman la colección que el museo ofrece al visitante
El corazón del museo es una impresionante maqueta de la Basílica del Santo Sepulcro realizada por fray Bartolomé de las Heras entre los años 1945 y 1950.
Realizada en madera de ciprés de Getsemaní, muestra todos los detalles del interior de la basílica.
La vinculación de la Orden Franciscana por la custodia del Santo Sepulcro y la presencia de numerosos frailes gallegos en los santos lugares, han permitido que el convento de San Francisco de Santiago disponga de una de las mejores colecciones a nivel mundial. Este convento fue desde 1.862 colegio de misioneros para Tierra Santa. 



Precios y horarios:

Martes a domingo de 10:30 a 13:30 hs. y de 16:00 a 19:00 hs.
Entrada 3,00 €   Menores de 14 años gratis.
En los meses de invierno, grupos de 10 a 15 personas: 20,00 €
Grupos de 16 a 25 personas: 25:00 €
En los meses de verano, grupos de 20 a 25 personas: 40,00 €
La visita guiada es gratuita concertando cita previa. ç
Reservas grupos: 981-581600

La Torre de la iglesia.
Las obras del nuevo templo siguieron las indicaciones del maestro Simón Rodríguez, aunque la lentitud la construcción hizo que fuera necesaria la participación de otros muchos maestros, lo que trajo como consecuencia, diversos cambios sustanciales.
Planta
La planta de la iglesia es de forma rectangular, y en la que se inscribe una cruz latina.
Fachada:
Fue ejecutada por Fray Manuel Caeiro, y debido al largo período de tiempo que llevó su construcción se mezclan los estilos, siendo la parte inferior barroca y la superior neoclásica.
En la calle central destacan cuatro columnas dóricas entre las que se encuentra una imagen de San Francisco realizada por José Antonio Mauro Ferreiro Suárez.
El atrio:
El atrio está curiosamente situado varios metros por debajo del nivel de la calle en uno de sus extremos y frente a él se eleva un monumento a San Francisco realizado por Francisco Asorey en 1926.